Dentro de la familia de las Apocynaceae, encontramos la Carissa, una de las 7 especies de plantas o pequeños árboles originarios de las zonas tropicales de África, Australia y Asia. La planta carissa tiene subespecies como son: Carissa macrocarpa, Carissa bispinosa, Carissa tetramera, Carissa carandas.
Esta planta no necesita muchos cuidados, solo controlar que reciba rayos de sol, el suelo donde está plantada y no regar en exceso.
Cuidados de la Carissa macrocarpa
La Carissa puede estar a pleno sol o en una zona de semisombra, dado que si no recibe directamente los rayos del sol no podrá florecer. Se trata de una planta fuerte, por lo no debe preocupar que esté al solo todo el día, aguanta bien las altas temperaturas del verano. Si hay que tener más cuidado en las épocas de frío, sufre bastante con las heladas.
Esta planta necesita de un suelo poroso y bien drenado para que te tenga un aporte de materia orgánico suficiente para que prospere. En cuanto a los suelos si debemos prestar especial atención a los suelos muy secos, suelen ser una de las razones principales por la que la Carissa o Cerezo Natal no prospere o no florezca.
Debido a que necesita muchos nutrientes, su riego debe de ser regular, pero no con mucha cantidad de agua. Esta planta tolera la sequía, pero no por tener más agua, sino porque germinan menos flores.
A la hora de podar este arbusto hay que tener en cuenta la época del año. Debe ser hasta su floración.
Para una mejor floración y cuidados de la Carissa, se recomienda el uso de abonos. La mejor época para realizar las tareas de abono es en otoño y se puede realizar con estiércol o copos orgánico, y el uso de fertilizantes durante el invierno y primavera.
Esta planta es muy resistente a agentes externos como enfermedades o plagas. Si se realizan unos buenos cuidados de la planta existen pocas probabilidades de que tenga problemas. Sin embargo, si los suelos donde está plantada son demasiados pobres, es posible que la planta sufra clorisis.
Crecimiento de la Carissa
Los cuidados hasta tener el arbusto en tamaño adulto son largos, dado que esta planta tiene un crecimiento bastante lento. Es una planta bastante usada de barrera natural en jardines, pues su densidad hace que sean perfecto para cortar viento o para separar zonas ajardinadas.
Esta plata es un arbusto muy bajo y muy compacto en su forma. Su crecimiento es desordenado y espinoso. Dependiendo de factores como el agua, el suelo y el sol puede alcanzar hasta 4 metros de altura. Si su crecimiento es “rastrero” es decir, un crecimiento horizontal, la planta no supera los 60 centímetros. Se compone de brillantes hojas con un color verde oscuro intenso y son de forma ovalada, y de flores blancas perfumadas de no más de 5 centímetros de diámetro. Estas flores nacen entre primavera y finales de otoño y en ellas germinan un fruto rojo y comestible.
Si conoces más sobre los cuidados de esta planta déjanoslo en los comentarios, estaremos encantados de aprender más tips y trucos para conseguir una floración mayor.
Sembrar la Carissa en macetas
Normalmente, para jardín y hogar es usual sembrar árboles frutales o arbustos en grandes macetas o macetones dado que no suele haber en casa un suelo muy rico como para que las planta proliferen con facilidad, además de la facilidad de poder mover la planta de un lugar a otro para decoración o para ofrecerle unas mejores condiciones de luz. Por ello, en este post te vamos y explicar cómo sembrar la Carissa para que crezca en casa, en la terraza o jardín y disfrutes de la belleza de esta planta tropical.
Hay que tener en cuenta que la Carissa es una planta nativamente tropical o sureña, que originariamente se encuentra en el sur de África. Es por ello, como el resto de plantas tropicales, que soporta bien el calor y la luz del sol todo el día, pero que hay que tener especial cuidado durante en invierno y las heladas. Si se le realizan buenos cuidados es muy probable que la Carissa nos dé una gran cantidad de su flor blanca en primavera y su fruto, Ciruela de Natal tras la floración.
Comentar que este arbusto tiene una composición muy compacta y que es ideal para colocar en zonas ajardinadas que queremos proteger del viento, teniendo especial cuidado de sus espinas en forma de V.
Preparación de la Maceta para sembrar la Carissa
Para la siembra de la Carissa y poder transportarla más tarde según la época del año, es aconsejable, y se puede, plantar en grandes macetones.
Para preparar esta maceta tenemos que seguir ciertos pasos:
- Se cubre el drenaje de la maceta con una malla metálica para evitar el escape de tierra. Se crea una capa de gravilla de entre 5 y 8 centímetros de espesor para facilitar el drenaje y la oxigenación de la maceta.
- La tierra que se utiliza es posible conseguirla en cualquier tienda especializada en plantas. Hay distintos tipos de tierra, el que se debe de utilizar la dedicada para plantas tropicales. Hay que prestar atención a soltar la tierra al colocarla en la maceta, con esto conseguimos un mejor drenaje y una mejor porosidad de la tierra que nos ayudará a un mejor cuidado de la planta.
- Llega el momento de trasplantar la Carissa. Si sus raíces están demasiado enredadas en la tierra anterior puede cortar algunas de las raíces para que quede más liberada y así facilite la proliferación del arbusto en la nueva tierra.
- Una vez plantada no fertilice, primeramente, añada agua durante unos días para la que planta agarre en la nueva tierra.
¿Qué luz necesita la Carissa?
Una vez que tenemos la Carissa sembrada en su nuevo lugar, tenemos que prestar atención a la luz a la que está expuesta la planta. Normalmente la mayoría de las plantas tropicales crecen mejor expuestas directamente a la luz solar, pero si está en verano es excesiva, con temperaturas por encima de 38 grados centígrados, se recomienda colocar en un lugar donde durante algunas horas haya sombra.
Si decidimos tener la planta en interior debemos cerciorarnos de que recibe una gran cantidad de luz durante la mayoría de las horas del día, de lo contrario la planta no nos dará flor ninguna. Además, si la planta está en interior y la trasladamos al exterior debemos de tener cuidado con este cambio radical, e intentar colocarla en exterior por en un lugar con algo de sombra. De esta forma la planta se climatizará mejor a la nueva zona.
Temperatura idónea para cultivar la Carissa
Como ya hemos comentado, las plantas tropicales no soportan las heladas por mucho tiempo. Si ocurre, la Carissa no florecerá, o tirará algunas ramas, o en caso extremo la planta morirá, por lo que hay que prestar especial atención en invierno.
Si en la zona hay heladas en invierno, es ideal que la maceta esté aislada de suelo, con un plato de plástico o de barro para evitar que la helada afecte a las raíces de la planta.
Otra protección que puedes tener en cuenta en inviernos, es proteger la planta con una tela o frazadas para evitar el frío directo, debiéndose retirar cuando los rayos del sol estén dando en la planta, dados que estos benefician al crecimiento de la Carissa.
¿Qué agua necesita para crecer?
Las plantas tropicales normalmente no prosperan por el uso excesivo de agua en la maceta, o la instalación de riegos ineficientes que no segregan la cantidad de agua durante todo el día. Esta planta debe de regarse solo cuando sea necesario. La cantidad de agua y la frecuencia a va a depender mucho del tamaño de maceta y de la altura que tenga la planta. La mejor forma de medirlo es palpando la tierra de la maceta. Cuando el suelo se perciba seco es cuando se debe de regar sin excesivos encharcamientos de la maceta.
Un buen drenaje, como hemos explicado en el punto 1, es ideal para evitar la congestión de agua en el fondo de la maceta cuando la planta no quiere más agua. Si no tiene un buen drenaje puede producir que las raíces se pudran, al exceso de agua, y provenga la muerte de la Carissa. Por eso, una buena plantación de la maceta desde el primer momento es indispensable para que la planta crezca con normalidad.
Es evidente que en verano la planta necesita más agua que en invierno. En esta última época la planta crecerá más lentamente, pero tranquilos, no es por la falta de agua, simplemente es por la temperatura.
Uso de fertilizantes
Aplicar una nutrición extra a la maceta es esencial para el éxito del cultivo de la Carissa, pero el exceso del mismo puede generar problemas en la planta debido a la acumulación de sales. Si esto ocurre observaremos una película blanca en el suelo de la maceta. En este caso debemos de reducir la cantidad de fertilizantes que estamos usando, e incluso, analizar el agua, pues puede ser que tenga un exceso de contenido en sales.
Para conocer las cantidades idóneas, lo más correcto es seguir las indicaciones descritas en el envase de los fertilizantes o utilizar las cantidades aconsejadas en su tienda habitual de plantas. Normalmente siguiendo estas indicaciones no tendrá ningún problema.
Para entrar más en detalle, los fertilizantes sencillamente deben de contener proporciones equilibradas de nitrógeno, fósforo y potasio, e incluir cantidades en menor medida de hierro, magnesio y fósforo, zinc y cobre.
Referencias
- https://books.google.com/books?hl=es&lr=&id=bOMNAQAAIAAJ&oi=fnd&pg=PA3&dq=cultivo+carissa&ots=_kVIGzSxJK&sig=nvTaKFETqjVfoK_64MyhX5Ed2So
- https://books.google.com/books?hl=es&lr=&id=gJiVVBk-vWMC&oi=fnd&pg=PA26&dq=cultivo+carissa&ots=iRfZfURjAd&sig=WjUhSoJQtmms0GwHYLn4-ZHYAnA
- https://www.redalyc.org/pdf/757/75749283010.pdf
- https://books.google.com/books?hl=es&lr=&id=xCMOAQAAIAAJ&oi=fnd&pg=PR1&dq=cultivo+carissa&ots=VFpRTU6Y00&sig=S8aBsWO61iLQrMRp5F5yNLmr0VQ